La cata de vinos es un arte sofisticado que requiere un agudo sentido del gusto y el aroma. Una de las formas más populares de catar vinos es la cata vertical, que consiste en probar vinos de un mismo viñedo, pero de añadas o años de producción diferentes. Este tipo de cata permite a los aficionados experimentar los distintos sabores y aromas que se producen con la edad y los cambios en el terruño del viñedo.
¿Qué es un terruño?
Podemos detectar los cambios medioambientales a partir de la cata de vinos del mismo modo que podemos detectar los cambios a partir de los anillos de un árbol. El terroir es la combinación de factores ambientales, como la composición del suelo, el clima y la topografía, que afectan al crecimiento y desarrollo de las uvas con las que se elabora el vino. Los cambios en el terroir pueden tener un impacto significativo en el sabor del vino.
Por ejemplo, un cambio en el tipo de suelo de una cosecha a otra puede dar lugar a diferentes niveles de nutrientes disponibles para las vides. Esto puede afectar al perfil de sabor de la uva, dando lugar a un vino más afrutado, más terroso o más ácido.
Condiciones climáticas
Las condiciones climáticas, como la temperatura y la pluviosidad, también pueden influir en el sabor del vino. Las temperaturas más cálidas pueden dar lugar a vinos más maduros y afrutados, mientras que las temperaturas más frías pueden producir vinos con mayor acidez y menores niveles de alcohol. Las precipitaciones excesivas o la sequía también pueden afectar a la disponibilidad de agua para las vides, provocando cambios en el perfil de sabor de la uva.
Cambios topográficos
Los cambios en el terruño pueden provocar cambios significativos en el sabor del vino. La combinación de suelo, clima y topografía afecta al crecimiento y desarrollo de las uvas y, en última instancia, al perfil de sabor del vino. Una cata vertical permite a los aficionados apreciar el impacto de estos cambios en el sabor del vino y en el arte de su elaboración.
Siguiendo la evolución del vino: Un viaje a través de las cosechas
Una cata vertical es una comparación de un mismo vino de varias añadas, normalmente en orden cronológico. El objetivo de este tipo de cata es evaluar el impacto del año de cosecha, las técnicas de vinificación y el envejecimiento en el perfil de sabor del vino. El sabor y el aroma del vino evolucionan con el tiempo, y una cata vertical ofrece la oportunidad de observar estos cambios. El columnista gastronómico del Washington Post, Dave McIntyre, los describió en una ocasión como "postales del tiempo"
El más joven primero
La cata comienza con la añada más joven y, a medida que avanza, aumenta la edad del vino. Comparando las distintas añadas, los catadores pueden identificar los años de cosecha que producen los mejores vinos y los factores que contribuyen a estas diferencias. Por ejemplo, pueden notar el impacto de las condiciones climáticas, como la sequía o las lluvias excesivas, en el perfil de sabor del vino.
Las catas verticales suelen celebrarse en bodegas, clubes de vino y vinotecas. También pueden organizarse en casa con amigos o familiares, siempre que haya una selección de vinos del mismo viñedo y de distintas añadas. Para apreciar plenamente la experiencia de la cata vertical de vinos, se recomienda tener unos conocimientos básicos de las técnicas de cata de vinos, incluidos el aspecto, el aroma y el sabor.
En conclusión, una cata vertical es una experiencia única y educativa que permite a los aficionados apreciar el arte de la elaboración del vino y el impacto del tiempo en su perfil de sabor. Al comparar vinos del mismo viñedo, los catadores pueden comprender mejor el origen del vino y los factores que contribuyen a su sabor y aroma únicos. Tanto si se trata de una cata organizada profesionalmente como de un evento informal en casa, una cata vertical de vinos es una experiencia obligada para cualquiera que ame el vino y quiera ampliar sus conocimientos sobre este sofisticado arte.